viernes, 26 de septiembre de 2008

La importancia de la Benedicencia

A veces me pregunto, ¿por qué somos así los seres humanos? nos quejamos contra las injusticias, pero cuando nos toca, nos cuesta ser realmente justos.

Nos quejamos de falta de amor, pero cuando nos toca darlo, nos cuesta como si fuese a acabársenos.

Buscamos curas a nuestras neurosis en los otros, cuando sabemos que con el amor (empezando con el amor a si mismo) podríamos fácilmente sanar nuestras heridas del alma.

Nos decimos cristianos, y cuando nos toca realmente serlo, la dimensión del prójimo realmente se nos aleja, creemos que nuestro prójimo es aquel que esta en las zonas marginadas, el que está en la calle pidiendo limosna, el que está en el hospital, solo; cuando en realidad nuestro prójimo muchas veces está muy cercano, nuestros hijos, nuestr@ espos@, nuestro empleado.

Me gustaría citar un hermoso libro, en uno de mis capítulos favoritos:

1 Corintios 13:1-13

1Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo Amor, vengo á ser como metal que resuena, ó címbalo que retiñe.

2Y si tuviese el don de la profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia; y si tuviese toda la fe, de tal manera que traspasase los montes, y no tengo Amor, nada soy.

3Y si repartiese toda mi hacienda para dar de comer a pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo Amor, de nada me sirve.

4El Amor es sufrido, es benigno; el Amor no tiene envidia, el Amor no hace injusticias, no se ensancha;

5No es injurioso, no busca lo suyo, no se irrita, no piensa el mal;

6No se alegra de la injusticia, mas se alegra de la verdad;

7Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

8El Amor nunca deja de ser.

¿En realidad es tan difícil?

El mismo amor nos exige, ser transmitido en movimiento, ya que es una virtud de donación y entrega de uno mismo al prójimo. (Espíritu de Servicio en cualquier ámbito de la existencia).

El amor abarca una amplia gama de aspectos de nuestra vida. Sin embargo, Hoy me quiero referir específicamente a uno que nos cuesta especial trabajo, La Benedicencia.

¿Qué es la benedicencia? Tristemente es una palabra prácticamente desconocida; no está en el diccionario y curiosamente sí encontramos la palabra maledicencia.

Usando esta definición podemos inferir, que si la maledicencia es el vicio de hablar mal de los demás, la Benedicencia es la virtud de hablar bien de los demás.

La maledicencia es contraria al amor, ya que divulga sin motivo ni necesidad objetiva los defectos, los errores o las pasiones de otras personas, dañando de este modo su reputación.

La benedicencia, por el contrario, difunde solo lo positivo en los demás, es contraria al juicio temerario, que admite como verdadero, sin tener motivos suficientes, un defecto moral del prójimo.

Hay que tomar en cuenta que muchas veces juzgamos al prójimo atribuyéndole nuestros propios defectos. (Proyección)

Sin embargo, el corazón bondadoso busca pensar bien, justificar, perdonar, comprender.

La persona de bien, tiene presente sus propios defectos, no para juzgar al prójimo, sino para vivir con humildad y siendo apóstoles de lo bueno.

Pero esto no es fácil, La Benedicencia, como toda virtud, exige una conquista personal. No se da de modo espontáneo y natural. Tiene en su origen otro hábito aún más profundo: el pensar siempre bien de nuestro prójimo, amarlo sinceramente en lo más íntimo de nuestro corazón.

El hombre bueno lo ve todo con ojos de bondad.

De este modo, el mal será vencido con el bien:

"No te dejes vencer por el mal; antes bien, vence al mal con el bien" (Rm 12,21)

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